martes, 16 de febrero de 2010

Fueron otros ríos con días viejos
eran días lindos embriagados con tus ojos que resucitaban cuando besaban. Eran días pasados, eras otra persona, eras una persona que me quería, era un querer que nadaba en un río y ese río se ahogaba en colores que yo inventaba para nosotros.

Necesito decir adiós porque el río se secó
has cambiado, eso has dicho; has cambiado y yo he cambiado. Los días también cambian y ya no hay colores que hagan revivir a tus ojos para que vuelvan a besar como en esos días pasados, en aquellos días que yo te quería tanto como te quiero hoy.
También he cambiado, solo que he tenido el privilegio de que el universo me halla escogido para enloquecer de amor y enloquecer al punto de que tu no compartas la misma locura.

Hoy los ríos se secaron
y entre besos, placer, lágrimas, sol, rojo, risas, flores, borracheras, rezos y el calor de las pieles, he dicho que mañana no te amaré mas y hoy he querido decir, que gritaré tanto para que ese mañana llegue tan rápido para poder estar tan tan lejos que pueda oír un roto recuerdo decir adiós.