sábado, 4 de julio de 2009

Chocolate amargo para el invierno

Quien puede predecirte, vida
Quien va a devolverme la ganas…
Las ganas que tu misma me quitaste
Ay vida… has escuchado tanta veces de distintas bocas tu nombre
Cosas en bocas de gente, cosas como “¡Ay vida, quien puede predecirte, vida!”
Lo has escuchado tantas veces, que escucharme ahora a mi decir tu nombre, es tan nada como para mi seria escuchar a una hormiga suplicando por su vida.
Hoy me levante queriendo estar alegre, queriendo sentirte, queriendo verte… pero otra vez me ganaste vida.
Otra vez me ganaste
Otra vez me ganaste
Entonces pregunte porque aun no me has matado
Será que estoy mendigando a la muerte?
No, ya se que no
Entonces no entiendo a que me acercas y a que me alejas
No sé porque me quieren pero yo no
No sé porque los quiero pero ellos no
No sé donde estas
No sé para donde voy
No sé donde terminare muriendo
Ni mucho menos donde empezare a vivir
No sé que pase mañana con la vida, contigo ni conmigo
Es que quien puede predecirte vida!

2 comentarios:

Espérame en Siberia dijo...

"No sé porque me quieren pero yo no
No sé porque los quiero pero ellos no."

Ay, Becky, tenemos las mismas preguntas.
A veces creo elegimos no querer al otro, porque hay algo en él que nos alerta, nos previene, una tormenta. Pero a veces, cuando más queremos, no vemos la tempestad, incluso teniéndola bien de frente.
Estas cosas son así, ¿no?

Becky dijo...

Es la maravilla de elegir, jaja que me gusta a pesar que a veces los dias se pongan mañosos.. y sabis que? lo haria mil veces werita!